Elegir entre lo perdurable o lo perecedero.
Te busco entre la multitud
pero nadie conserva sus ojos fijos en la desconocida.
Me siento frente a ella
quiero escuchar otra vez la historia del buey y del pájaro.

Ella cierra los ojos y recuerda el vértigo
el pájaro encerrado en la jaula, su aliento cálido
la  locura de los dos animales.

No hemos sido capaces de entender casi nada.
Ni siquiera la muerte.Pero estamos aquí -dice-
Intentando conservar esta sensación de abismo, el vértigo.

Como quiero escuchar la historia del buey y del pájaro, asiento.
Pero yo aún no estoy convencida de lo perdurable.
Ni siquiera del abismo o del vértigo.






En marzo 2012, yo sólo viene a ver el jardín